Este viernes compartí sonrisas con sevillanas, chinitas, samurais, princesas, mejicanos...Eso es el Carnaval. Ser lo que uno no es o ser lo que uno no puede ser aún queriendo. Lo importante es que estaban felices y muy guapos. Desfilaron por el patio delante de todos los niños del cole y bailaron esa canción que apenas conocen "Ai se eu te pego..." muchísimas veces. Antes de moverse como auténticos brasileños comieron filloas, orejas, rosquillas, meriendas de todos los días y demás postres que les sirvieron en unas mesas colocadas y adornadas en el pasillo de nuestra clase. Creo que lo pasaron bien aunque algunos se cansaran de llevar máscaras, sombreros o tacones. Al final de la mañana me dí cuenta de que cada uno de ellos está feliz de ser quien es realmente, pequeñas personas con grandes corazones.
¡que guapos están todos!
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