SOLIDARIDAD Y DIPLOMA

El viernes pasado se recogieron los alimentos que los niños y niñas del cole habían traído durante toda las semana. La profe de reli, Eva, fue la responsable, en el centro, de que todo saliese tan bien como salió. Es esperanzador saber que los adultos de mañana comprenden las necesidades de las personas que tienen tanta carencia de alimentos, para ellos compartir es sinónimo de humanizar. Son más humanos quienes más comparten. Ese mismo viernes sus hijos e hijas recibieron un diploma acreditativo de que fueron capaces de subir a las clases en silencio después del recreo. Pusimos en práctica la experiencia de usar "el semáforo capta-sonidos". En primer lugar se les explicó que si el semáforo permanecía verde era señal de que el silencio había sido más fuerte que sus voces, si estaba ámbar silencio y ruido estaban empatados, si se ponía rojo el silencio hubiese sido el perdedor. Después de cinco días de experiencia el semáforo no llegó a ponerse en rojo por lo que los niños demostraron, una vez más, que si quieren pueden. Ojalá esta experiencia les recuerde durante mucho tiempo que, en muchas ocasiones, el silencio es tan importante como el sonido. Aquí verán su diploma y el resultado de su generosidad.